Diana Alejandra Rodríguez
Partido Verde
Después de llamar seis veces durante la tarde de un viernes a la oficina de la Concejal Diana Rodríguez y encontrarse con el tono de ocupado, contesta una persona del grupo de trabajo. Su voz está ofuscada. La Concejal acaba de ordenarle un informe para el sábado en la mañana. “quiere trabajar en eso el fin de semana para estar lista el lunes”, dice la miembro de la Unidad de Apoyo Normativa (UAN). “Ella no para”, continúa.
La vida de una de las actuales concejales más jóvenes de Bogotá, es un ejemplo de trabajo duro y dedicación a la lucha por los derechos de otros, pero también por sus principios.
Rodríguez nació en Bogotá en el seno de una familia humilde hace 33 años. Su padre falleció cuando ella solo tenía dos años, tras un cáncer devastador que se lo llevó en 6 meses. Pero su madre, María Julia Cortés, no se amedrentó ante las difíciles circunstancias de la vida. Tomó el toro por los cuernos y se decidió a afrontar la vida con tozudez.
Su madre es maestra de escuela, se unió a sindicatos y Diana siendo una pequeña niña la acompañó a todas las manifestaciones y luchas. Así se crió esta concejal. Para llegar a donde está, se valió de una idea: representar a su comunidad y entender sus necesidades. Por eso decidió comenzar siendo edil de Kennedy, cargo que repitió. Inició con dos termos de café caliente, haciéndose conocer por la comunidad. En Kennedy todos la identificaron con ese sobrenombre “la niña de los tintos”.
Pero la “niña de los tintos” no se quedó ahí. Soñó con cosas mas grandes y decidió lanzarse por el Concejo de Bogotá. Se unió al partido Verde (que en ese entonces era progresista). Se hizo fuerte al defender al Alcalde actual de Bogotá, Gustavo Petro. No dio el brazo a torcer, incluso en los momentos mas difíciles. Temeraria defensora supuso para el Alcalde.
Pero la historia cambió hace poco. Desde su oficina, que parece una casa embrujada debido a que es pequeña, encerrada y llena de curiosas decoraciones, tomó la decisión de romper sus excelentes relaciones con Petro. Encontró irregularidades con la contratación de Bogotá, ese hallazgo significo la separación con el alcalde.
La Concejal es férrea. Ante su conocimiento de la acusaciones del ex contratista Alejandro Botero, en las que se afirmaba que el carrusel de contratación estaba aun vigente en la alcaldía, decidió denunciar a Petro. A Diana Rodríguez podrán confundirla con una joven veinteañera, pero su conducta ética es inflexible, como se puede ver ante su decisión de separarse del alcalde. Los principios ante todo, la muestran en cambio como una mujer seria y puesta en su sitio.
Lorenzo Duran
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